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JIMINY SELF-HELP HANDBOOK 12

Fuente: https://unsplash.com/photos/Du41jIaI5Ww

Para la mayoría de nosotros, la resiliencia se considera una característica de quienes se enfrentan a un
acontecimiento drástico, pero la mayoría de las veces la resiliencia no es un estado heroico y es, de
hecho, ordinaria en todos nosotros. Por ejemplo, aceptar bien las críticas de los demás en lugar de
ponerse a la defensiva, o procesar el dolor de forma sana y consciente en lugar de negarlo. Las
investigaciones reconocen que hay tres rasgos comunes en las personas altamente resilientes:

• Aceptación - de cómo son realmente las cosas, sin ser ni demasiado optimistas ni demasiado
pesimistas, nos permiten ser más eficaces a la hora de definir formas de afrontar los cambios y los
retos
• Propósito: cuanto más valores intrínsecos tengamos, más fuerte será nuestro sentido del
propósito y, por tanto, más motivación tendremos para prosperar en las adversidades
• Flexibilidad: las personas resilientes tienen una extraña capacidad para ser flexibles y adaptarse al
cambio en lugar de resistirse a él, y para ello utilizan como estrategia tomar el control de lo que
realmente es posible, de sí mismos

aceptación propósito flexibilidad RESILIENCIA

Construir una mejor resiliencia es un camino personal que requiere tiempo, una fuerte voluntad,
compromiso y concentración. Desde una perspectiva realista, no ocurrirá de la noche a la mañana, ni
después de leer un par de libros especializados sobre el tema o buscar ayuda profesional con un
psicólogo. Puede que a algunos nos lleve más tiempo aprender a ser más resilientes, pero con paciencia
y entrenamiento, esta habilidad se percibirá con más claridad y fuerza.