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JIMINY SELF-HELP HANDBOOK 11
El rostro es un lienzo dinámico en el que las personas muestran sus estados emocionales y a partir del
cual descodifican los estados emocionales de los demás (por ejemplo, Willis y Todorov, 2006). Cuando
surge una única emoción y el individuo no intenta modificarla u ocultarla, las expresiones faciales
suelen durar entre 0,5 y 4 segundos e implican a todo el rostro (Ekman, 2003). Estas expresiones se
han denominado macroexpresiones; tienen lugar cuando las personas no intentan ocultar sus
emociones. Las macroexpresiones suelen tener lugar cuando las personas están solas y con otras
personas cercanas (es decir, familiares y amigos). Las macroexpresiones son relativamente fáciles de
detectar. Las microexpresiones, en cambio, son expresiones que tienen lugar en una fracción de
segundo, a veces tan rápido como 1/30 de segundo. Debido a su velocidad, son más difíciles de
detectar. Las microexpresiones pueden tener lugar cuando el individuo trata de ocultar sus emociones.
En un intento de controlar la expresión emocional, el individuo no consigue ocultar la reacción facial
inmediata (incontrolable), lo que provoca una fuga rápida y fugaz de microexpresiones. Por ejemplo,
una persona que trata de ocultar su enfado cuando su jefe hace un comentario sarcástico, puede
apretar muy brevemente los labios (reacción inmediata), pero encubrir rápidamente esta reacción
sonriendo. La existencia de microexpresiones se basa en la hipótesis de que las acciones faciales que
no pueden controlarse voluntariamente pueden producirse de forma involuntaria, aunque el individuo
intente controlar sus expresiones. La investigación de Porter y ten Brinke (2008) demostró que las
microexpresiones se producen cuando los participantes intentan engañar sobre sus expresiones
emocionales. Las microexpresiones también pueden ser signos de estados emocionales rápidamente
procesados pero no ocultados.
Las señales faciales pueden ser una rica fuente de información sobre la emoción que está
experimentando otra persona. A continuación se indican algunas zonas de la cara que se pueden
observar y las cosas que se pueden aprender de una persona a partir de ellas:
• Los ojos. El grado en que las personas mantienen el contacto visual puede indicar hasta qué
punto creen en lo que están diciendo. Alguien que interrumpe repetidamente el contacto
visual, por ejemplo, puede indicar que está ligeramente ansioso o que oculta algo. Por el
contrario, alguien que mantiene la mirada fija, mirándole directamente sin apartarse,
probablemente se sienta seguro de sí mismo y confiado.
• La boca. La posición de la boca de las personas puede ser indicativa de cómo se sienten. Una
persona que está contenta probablemente sonreirá, tal vez mostrando los dientes. En cambio,
unos labios finos, un ceño fruncido o una mueca pueden indicar enfado o malestar.
• La frente. La frente de una persona también puede revelar cómo se siente. Una frente
arrugada puede indicar confusión o perplejidad; una frente sudorosa puede ser un signo de
ansiedad; una frente alineada puede indicar sentimientos de sorpresa o placer.
• Las cejas. La posición de las cejas también puede dar pistas sobre cómo se siente una persona.
Las cejas bajas pueden indicar decepción o desagrado; las cejas levantadas pueden indicar
sorpresa o interrogación; mover las cejas hacia arriba y hacia abajo rápidamente puede ser
parte de un saludo o gesto de bienvenida.
A continuación, ofrecemos tres ejemplos extraídos del libro: 'Emotions Revealed' de Paul Ekman
(2003).