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JIMINY SELF-HELP HANDBOOK 4
competencias se desarrollan a lo largo de la vida de diferentes formas: educación formal, no formal e
informal, y en diferentes entornos: familia, escuela, lugar de trabajo, barrio y otros grupos.
Se pueden mencionar 8 competencias clave, todas ellas igualmente importantes y necesarias para
funcionar adecuadamente en la vida y en la sociedad:
• Competencias de alfabetización;
• Competencia multilingüe;
• Competencia matemática y competencia en ciencia, tecnología e ingeniería;
• Competencia digital;
• Competencia personal y social;
• Competencia cívica;
• Competencia empresarial;
• Conciencia y expresión cultural.
La competencia "sentido de la iniciativa y espíritu de empresa" es una de las competencias clave de la
Recomendación del Parlamento Europeo y del Consejo sobre las competencias clave para el
aprendizaje permanente (2006). Según la Unión Europea, la competencia de iniciativa y espíritu de
empresa puede definirse como la capacidad de un individuo para poner en práctica sus ideas. Estas
competencias pueden definirse además como: la creatividad, la innovación y la capacidad de asumir
riesgos, así como la capacidad de planificar y poner en práctica diversos proyectos en pos de sus
objetivos.
Cabe destacar que la Unión Europea concede gran importancia al desarrollo de la competencia
empresarial, como demuestra el hecho de que se hayan creado numerosos documentos y programas
de la UE en los que se ha reflejado esta competencia. En el programa Educación y Formación 2020, el
marco de la cooperación europea en materia de educación y formación se fija en 4 objetivos
estratégicos. Uno de ellos es precisamente el fomento de la creatividad y la innovación (incluido el
espíritu empresarial) y se pretende aplicar a todos los niveles de la educación y la formación. Y es que
se constata el impacto positivo de la educación en este ámbito en la sociedad. Cada vez se crean más
empresas, se emprenden emprendimientos innovadores y, en consecuencia, se crean nuevos puestos
de trabajo.
Los conocimientos necesarios de esta competencia son el reconocimiento de las diferentes
oportunidades para emprender actividades privadas, profesionales o comerciales, así como el
conocimiento de los mecanismos económicos, las oportunidades y los problemas a los que puede
enfrentarse un empresario.
Las habilidades dentro de esta competencia están relacionadas con la gestión activa de proyectos
(donde se requieren las siguientes habilidades: planificar, organizar, dirigir, guiar, delegar, analizar,
comunicar, realizar debates, evaluar e informar), y la capacidad de trabajar de forma independiente
así como en equipo. Otra habilidad importante es la capacidad de evaluar el riesgo y la rentabilidad de
asumirlo, de identificar los puntos fuertes y débiles.
En cuanto a las actitudes, el sentimiento empresarial se caracteriza, por ejemplo, por la iniciativa, la
actividad, la motivación, el seguimiento de objetivos, la independencia y la innovación.